Las cerraduras biométricas para armarios o cerraduras inteligentes para armarios son dispositivos que permiten desbloquear el armario con la combinación de una huella dactilar y un PIN.
Las cerraduras biométricas para armarios utilizan información de identificación personal en lugar de las llaves tradicionales. Utilizan un escáner térmico u óptico para almacenar las huellas dactilares de cualquier persona autorizada a abrir su taquilla. Una vez que el escáner determina que eres un usuario autorizado, te pide que introduzcas un PIN para desbloquear la taquilla.
¿Cómo funciona la cerradura biométrica?
La terminología biométrica se refiere al uso de características físicas para identificar a una persona. El escaneo biométrico existe desde hace tiempo. La mayoría de la gente está familiarizada con su existencia por haberlo visto en las películas de espías cuando un personaje se escanea la mano o los ojos para abrir una puerta. Las características más comunes utilizadas para la biometría son las huellas dactilares, las estructuras de la retina o el iris, el reconocimiento facial o la geometría de la mano. El elemento biométrico más utilizado en las cajas fuertes para armas es la huella dactilar, que no puede ser imitada ni robada del mismo modo que el código de seguridad de un arma.
Posibles problemas con la cerradura biométrica
La biometría puede parecer segura a primera vista. Al fin y al cabo, usted es el único que tiene oídos, ojos y huellas dactilares. Pero esto no es necesariamente más seguro que una contraseña. Las contraseñas son esencialmente privadas porque usted es la única persona que las conoce. Por supuesto, los piratas informáticos pueden acceder a ella mediante ataques de fuerza bruta o suplantación de identidad, pero en general, la gente no puede acceder a ella. Los datos biométricos, en cambio, son intrínsecamente públicos. Cada vez que miras algo, revelas tus ojos. Con el reconocimiento de huellas dactilares, vayas donde vayas, dejas tus huellas. Con el reconocimiento de voz, alguien graba tu voz. Básicamente, se puede acceder fácilmente a todos estos identificadores.
Como los datos biométricos revelan una parte de la identidad del usuario, si son robados pueden utilizarse para falsificar documentos legales, pasaportes o antecedentes penales, lo que puede causar más daño que un número de tarjeta de crédito robado.